Autor: Elisabeth Benavent
Nº de páginas: 536 págs.
Editorial: SUMA
Lengua: Español
Encuadernación: tapa blanda
ISBN: 9788491290148
Año edición: 2016
Precio: 16,90 eursos.
Maggie
vive en una isla y regenta una casa de huéspedes...
Maggie tiene un huerto y casi siempre va descalza...
Maggie no quiere recordar por qué está allí; duele demasiado...
Maggie ha renunciado al amor y es complicado explicar los motivos...
hasta que conoce a Alejandro...y la calma da paso a una tormenta de sensaciones...y a la posibilidad de que tal vez sí se puede empezar de nuevo.
Maggie tiene un huerto y casi siempre va descalza...
Maggie no quiere recordar por qué está allí; duele demasiado...
Maggie ha renunciado al amor y es complicado explicar los motivos...
hasta que conoce a Alejandro...y la calma da paso a una tormenta de sensaciones...y a la posibilidad de que tal vez sí se puede empezar de nuevo.
Tenía muchos reparos
en cuanto a comprar este libro, porque desde su saga Silvia, no me ha
convencido ninguno sus siguientes libros, ni su trilogía sobre un triángulo
amoroso que terminó aburriéndome hasta llegar a Martina, a la cual termine
odiando muchísimo.
Cuando lo vi en la
librería pensé que quizás era el momento, que este libro, que por fin era libro
único (¡¡gracias!!), podría hacer que mi idilio con Elisabeth Benavent volviera
a sus mejores momentos y así ha sido.
Para mí, mi isla, es
el mejor libro que ha escrito hasta ahora, por su profundidad, por su
complejidad, porque ya no es solo un libro de romántica/erótico, es un libro
más de sentimientos, de personas, un libro diferente a lo que ha escrito hasta
ahora y que sin duda, la eleva a otro nivel.
La construcción del
personaje de Maggie/Magdalena, es simplemente perfecta. Desde el principio
sabemos que Maggie es una mujer de fuertes contrastes, de numerosas
incoherencias, es la típica mujer que se pone obstáculos a sí misma, ella crea
problemas donde no los hay porque es una mujer tremendamente insegura. Creo que
es fácil entender a Maggie, pese a que no se entiende ni ella, porque es tan
imperfecta como lo somos todos, porque al final, por muy racionales que
queramos ser en nuestra vida siempre terminamos haciendo cosas totalmente
irracionales e incoherentes, porque así es el ser humano. Nos complicamos la
vida, decimos sí cuando queremos decir no, y viceversa, nos autoengañamos en
muchísimas ocasiones, nuestro miedos e inseguridades hacen fuertes a nuestro
alrededor, como en el caso de Maggie, que al final lo que deja ver es que
detrás de sus incoherencias y miedos, es una mujer sin rumbo fijo, perdida, que
aún no ha encontrado o, mejor dicho, aún no cree haber encontrado su lugar en
el mundo.
Maggie sobrevive, no
vive, ella misma lo dice, es consciente de eso, porque tiene miedo a vivir,
porque ella cuando vive no lo hace como los demás, se come el mundo a bocados
para perderse en él, en una espiral autodestructiva que lo arroya todo.
Ella, en su isla, su
refugio, ve pasar el tiempo. Ahora, con su melena rubia al aire y si pies
descalzos, no piensa, pasa los días regentando un pequeño hotelito o casa de
huéspedes, alejada de la civiliación. Sin, radio, televisión, wifi o cualquier
otro instrumento que la recuerde lo que es vivir, lo que era su vida.
Su mundo parece estar
en calma, ella está en calma, en estado vegetativo diría yo, hasta que aparece
él, Alejandro, el hombre que lo cambiará todo.
Alejandro llega
huyendo a la isla, huye de su vida, de él. Necesita un respiro, alejarse de
todo y de todos. Y así es como dos personas perdidas se encuentran para desatar
una pasión que lo arrasará todo, un amor que pondrá patas arriba sus vidas y
que les sacará a flote sus mayores temores, sus fantasmas. Su amor les pondrá a
prueba porque nadie dijo que amar tanto era fácil, porque cuando eres Maggie y
tus miedos dominan tu vida, traer de vuelta el pasado puede no ser la mejor
idea.
Podría contaros más
cosas sobre Alejandro, pero prefiero que os enamore tanto como a mí,
descubriendo poco a poco quién es él y cuánto vale (¡¡yo quiero un
Alejandro!!).
Sin duda, tengo que
mencionar a Mercedes uno de los grandes personajes secundarios, la mujer que me
ha sacado más sonrisas y más me ha robado el corazón.
Puedo decir, sin
temor a equivocarme, que este libro, que me ha acompañado parte de mis
vacaciones, ha sido de lo mejor que he leído en lo que llevo de año y ojalá
Elisabeth Benavent siga por este camino, porque si es así, sin duda se
convertirá en leyenda.
Parece una lectura perfecta así que lo leeré en cuanto pueda, gracias por la reseña.
ResponderEliminarUn beso
Cuanto tiempo sin leerte! Como me alegro que te haya gustado tanto, a mi también me marcó mucho la intensidad de las situaciones y esas dualidad constante de Maggie... ¿Qué lucha interna verdad? Estoy deseando conocer con que nos volverá a sorprender esta autora. Como bien dices, va camino de convertirse en leyenda ❤
ResponderEliminarBesos guapa 😊