Encontrando a Silvia. #Silvia2

Autor: Elisabet Benavent

Nº de páginas: 352 págs.

Editorial: SUMA

Lengua: Español    

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788483656785

Año edición: 2014

Precio: 17 euros.

Silvia necesita estar al lado de Gabriel, saber que está bien. Pero Gabriel no cree en el amor; no como Silvia. Silvia tiene problemas con Álvaro cuando recibe una oferta irrechazable. Silvia busca señales; desea encontrarse. Pero el lado oscuro de la fama y una personalidad autodestructiva la pondrán a prueba. Elísabet Benavent, autora de la exitosa saga Valeria, completa en Encontrando a Silvia esta historia en la que la verdadera pasión, el amor, los impulsos y las decisiones que cambian vidas se entremezclan con la soledad de la fama, con las malas compañías y con las drogas.

Un relato maravilloso acerca de lo que significa amar sin límites que te hará perseguirte y encontrarte, y volverte a enamorar de nuevo.

Querida Silvia, por fin te he encontrado. 

Ha sido un fin de semana duro, has copado mis horas, te has instalado en mi corazón y me has robado el sueño. Ha sido una persecución gratificante, plagada de altibajos, pero ha merecido la pena el camino recorrido hasta encontrarte, hasta que te encontraste. Aunque no mentiré, he empezado teniendo miedo, mucho miedo, temía que al encontrarte te encontrara con él, con Álvaro.

Álvaro, el hombre al que aprendí a amar. Me ha costado, sí, por qué te odiaba con toda mi alma, y odiaba a la mujer en que Silvia se convertía cuando estaba contigo, odiaba que te hubieras gravado tan a fuego en su piel. Ella no podía olvidarte, aunque a veces pensaba que no quería. Ella, siempre tan testadura, ella, siempre queriendo hasta el final. Me molestaba que ahora, cuando habías echo volar todo por los aires quisieras reconstruirlo, porque ella se merecía algo mejor Álvaro, y en el fondo siempre lo supiste. Pero al final lo conseguiste, al final te comprendí y te amé, quizás porque al final tú también aprendiste a amarte, tú también aprendiste a amar.

No ha sido fácil, ya lo he dicho, porque Álvaro dejó a Silvia en el infierno, con su corazón roto en mis pedazos y su nombre gravado en cada uno. Pero Gabriel estaba ahí, esperando sin saberlo, queriendo ser salvado, queriendo salvarla.

Gabriel, el hombre al que aprendí a odiar. Sí, porque te odie con toda mi alma. Te he odiado tanto como te he amado. He odiado tu desesperada llamada de auxilio, tu necesidad de salvación, tu estúpido miedo a la vida. Lo he odiado casi tanto como he amado tu alma, tu forma de convertirte en hogar, tus te quiero entre las sabanas, los besos que la robabas y los abrazos que la reconfortaban. 

Álvaro y Gabriel, dos maneras de entender el amor, dos maneras de amar, dos barcos a la deriva que al final tuvieron que ser encontrados por ella, que tenían que ser salvados por ella. 

Ella, la única con el valor suficiente para ser feliz y amar con toda el alma. Ella, la que bajo al infierno y resurgió, pese a que todos se empeñaban en arrástrala entre el fuego eterno. Ella, que aprendió a no esconderse más y a perdonar. Ella, la que me hizo llorar durante páginas y páginas, la que sacó mi mal genio en más de una ocasión, la que me robo sonrisas y carcajadas, la que me sacó los colores y mis vergüenzas, ella, la única que me ha desvelado entre suspiros y dudas.

Ella, la que aprendió que el sexo podía ser de muchas formas, de muchas maneras, la que descubrió que los orgasmos podían decir muchas cosas, podían significar tantas otras. Ella, la que descubrió que entre las sábanas podía existir un hogar, la paz entre caricias.

Querida Silvia, no sabes cómo te voy a echar de menos, ha sido un fin de semana muy largo a tu lado, que nunca podré olvidar. Solo espero que hagas tan feliz a otras personas, como me lo has hecho a mí, cuélate entre sus estanterías, entre sus noches y sus días, mientras, yo de vez en cuando me permitiré pensar en ti.