San Grey

¿Lo habéis notado? Se siente en el aire, hay multitud de hormonas pululando por ahí, como locas, expectantes, alerta, pendientes del calendario. Pero no os engañéis, no es por San Corte Ingles, o como lo llaman los románticos, San Valentín, es por San Grey. ¿Cómo? ¿Qué no sabéis de que os hablo? No me lo creo, dejad de haceros las despistadas, todas subrayasteis el 14 de febrero en rojo cuando os enterasteis que esa era la fecha del estreno de Cincuenta sombras de Grey. ¡Al final todas la vais a ver y lo sabéis! Bien por heaters o por fanáticas o por morbo o por curiosidad o por lo que sea, podéis mentiros a vosotras mismas pero yo sé la verdad. Algunas os haréis las remolonas y quizás no vayáis al cine, pero entre nosotras, terminaréis viéndola porque es un “guilty pleasure”. Además, todas queremos ver que leches han hecho con el libro y cómo han sido capaces de sacar una película sin casi escenas de sexo cuando el 90% del libro son escenas de sexo (aunque todavía con el primer libro es posible pero con los dos siguientes creo que va a ser misión imposible).  

Ya os advierto, no esperéis que sea igual que el libro, así que luego no quiero oíros decir, ¡¡jooo, si no salen acostándose 35 veces!!¡¡Se han cargado el libro!!¡¡Para eso que no lo adapten!!, porque a menos de que la proyecten en una sala X, esto va a ser light o como mucho será parecido a lo que hace la HBO con Juego de tronos, mucha teta y poco más. Es decir, veremos las tetas a la hijísima de Melanie Griffith y quizás con un poco de suerte veamos el culo de Jaime Dorman (la tableta de chocolate sale, respirad, aún podéis babear a gusto), pero seguramente haciendo balance habremos visto más de Ben Affleck en la película Perdida (desnudo frontal de nano segundo, pero Ben ¡¡hemos visto a tu amigito!!) que de Jaime Dorman en  50 sombras. Quizás me equivoque, ehh, nada me gustaría más, pero yo me bajo las expectativas y así cuando la vea me sorprendo más.

La realidad es que es el acontecimiento mundial, lo queráis o no, todo el mundo habla de esto, ya sea para criticar y criticar y criticar (¡¡¡cómo nos gusta criticar!!), o por curiosidad, o por fanatismo o por lo que leches sea, pero, lo cierto es que ¡¡Muchas ya han reservado sus entradas!! (He leído por ahí que se han vendido en España por adelantado unas 45.000). Creo que a la entrada en vez de repartir gafas 3D van a dar baberos. Lo mismo a la salida hay que coger una colchoneta o algo, porque cuando se abran las puertas eso va a ser como un tsunami de babas.

Y os preguntaréis ¿Por qué tanta expectación? ¿Por qué tanto furor?  Pues no tengo ni idea, y me da un poco igual, yo quiero ir para pasar un buen rato de “guilty pleasure” con mis amigas. Sí, quiero babear a gusto, porque a mi Jaime Dorman me vuelve loca, me encanta en The Fall (si no la estáis viendo, apuntadla porque es de esas series que te enganchan) y me encantó en Once Upon a time (jamás entendí porque se deshicieron de su personaje cuando era mil veces mejor que el del Capitán Garfio) y porque sé que vamos a echarnos unas risas, que es lo que importa. No tengo las expectativas muy altas, la verdad, pero mi hormona me pide un poco de Grey y yo a mi hormona la intento hacer caso de vez en cuando, que sino luego se pone en pie de guerra y no hay quien la aguante.

En fin, San Grey se acerca ¿Tenéis ya plan?