Si el amor es una isla

Autor: Esther Sanz

Editorial: Planeta

Lengua: Español    

Encuadernación: Tapa blanda

ISBN: 9788408124306

Año edición: 2014

Páginas: 296

Precio: 14,96€

Luisa viaja a una pequeña isla del canal de la Mancha donde el tiempo se detuvo hace siglos. Allí trabajará en un exquisito hotel regentado por un hombre misterioso que lo dirige con mano firme y estrictas reglas. Desobedecerlas tiene castigo, sin embargo, Luisa no puede controlar su curiosidad y se verá en vuelta en situaciones límite y juegos oscuros ideados por el jefe. Su osadía será castigada, pero resolver el misterio que envuelve al amo tendrá recompensa. Él, exigente y distante, y ella, curiosa y de espíritu intrépido, chocan estrepitosamente. O de forma espectacular, depende de cómo se mire. Secretos, aventuras y enfrentamientos dan paso a un tórrido romance que bebe directamente de las grandes novelas románticas de siglo XIX.

De verdad. Sin acritud. Esta autora no es para mí. Lo siento, no lo digo para ofender ni mucho menos menospreciar a la autora, por la que tengo un gran respecto, no porque sea especial, sino porque intento respetar a toda las autoras, pero ……no, sus historias no están hechas para mí.

Ya sabéis que su otra trilogía no me gustó, ni siquiera llegué a leer el tercer libro, pero dadas las buenas reseñas que leí de este libro, pensé que esta era la oportunidad de redimirme, pero no, para mí la autora sigue pecando en el mismo punto que sus anteriores libros: la historia de amor.

La historia de amor para mi NO es creíble, no lleva un desarrollo coherente, y no se explica bajo ningún concepto. ¿Romance que bebe de las grandes novelas románticas de siglo XIX? ¿REALLY? ¿Cómo cuáles? En serio, ilustradme. Por favor.

Luisa es una cría (UNA CRIA, no lo olvidéis mientras leéis) que se va a trabajar a un hotel en el que los derechos fundamentes y las leyes que regulan el trabajo digno no existen. No, en serio, es como si vivieran en el sigo XIX(¡¡anda!! Ahora entiendo la referencia al romance del siglo XIX!!). Aunque se desarrolla todo en la actualidad, lo cual es un total sin sentido, porque no se queja nadie y las condiciones laborales ciertamente son denunciables y de otro siglo. Lo peor es que el Jefe, al que llaman “amo”,  es una especie de loco desquiciado que se piensa que todo lo que hay en el hotel le pertenece, incluidos los trabajadores. Y lo de “amo” no lo digo yo, ehhh, que a Luisa, le dicen que él es “su amo” y ella tan pancha. ¿Helloooooooo? ¡¡QUE ESTAMOS EN EL SIGLO XXI!! (Está claro que se ha liado con dónde poner el palito….).

Pues bien, tenemos un hotel que no sabe lo que son los derechos fundamentales, un Jefe que está loco, que no quiere que le vean y que tiene una norma absurda a lo “La Bella y La Bestia” que no permite a sus trabajadores ni a nadie ir a un ala del hotel. Bien. Ahora vamos con Luisa, una niña, que se enamora con la misma velocidad con la que pestañea y con un problema de coherencia. La muchacha que confunde rebeldía con locura total, ve de lo más normal que su “amo/jefe” la trate con total desfachatez y descaro, que la mangonee, que use su posición de superioridad laboral para aprovecharse de ella, que le haga muchos feos y parezca que juega con ella, que él sea mayor de edad y ella menor, y lo mejor de todo ¡¡que no le pueda ver la cara!!!. Pero da igual, que ella se enamora igual ¡¡que más da que parezca más un acosador/psicópata o que sea un jefe explotador!! ¡¡Si es rico y se supone que esta buenorro!!

Yo leyendo el libro siento como que es un batiburrillo de ideas, entre La Bella y la Bestia, El fantasma de la ópera, Dowtonw Abbey…. Ideas que se cruzan y mezclan pero sin coherencia.

En fin, no quiero seguir dándole vueltas al asunto, porque de verdad que a mí la historia no me resulta para nada coherente, de hecho se hace lenta y farragosa y no ha conseguido engancharme (ni siquiera con ese golpe de efecto del final, que me dejó más fría que otra cosa, sobretodo al ver la reacción de Luisa).

Sin embargo me da mucha rabia, porque sigo creyendo que el estilo de la autora no es malo, pero no consigo encontrarle esa chispa que haga que sus novelas se eleven. Creo que tiene mucho potencial, pero tiene un largo camino por recorrer. No obstante, no voy a perder la fe y espero algún día leer un libro suyo que me dejé enamorada.

De verdad es que siento esta crítica y más a una autora española, pero es que es lo que YO siento. No obstante, hay reseñas maravillosas por la red, de gente que le ha encantado el libro, asique no me toméis de ejemplo y leedlo. Al final las opiniones son como los culos (perdon por la vulgaridad) que todo el mundo tiene uno.