viernes, 14 de septiembre de 2012

Reflexiones: Adolescentes que no leen, madres desesperadas y libros soporíferos



 Aquí vengo, otro día más, con una reflexión a modo de vista atrás a mi adolescencia.

¿Por qué no leen los adolescentes?

Esta pregunta la he escuchado mil veces, bueno, donde digo pregunta, poner afirmación, porque cuando escucho a alguna madre o profesor hablar de los adolescentes y sus hábitos de lectura, no cabe la pregunta, es una afirmación despectiva hacia los pobres adolescentes, que bastante tienen con lidiar con sus subidas y bajadas hormonales (¡¡ser adolescente es muy duro!!) Aunque he de decir que mi adolescencia no fué como la de ahora, creo que la mía fue muuuuuuucho mas Light (rezo porque volvamos a esa época cuando yo tenga mis hijos)

En mi adolescencia yo no era muy de leer, estaba en plena rebeldía literaria y la vaguearía me podía. Un día, un profesor de los buenos (sí, de esos que te redescubren la asignatura y no te dan ganas de inmolarte en sus clases), nos dio una lista de libros para que eligiéramos uno y lo leyéramos, no sé muy bien como, pero yo terminé eligiendo Seis historias entorno a Mario y, desde entonces, fan incondicional de Jordi Sierra i Fabra. Nunca había llorado a lágrima viva con ningún libro, claro que “Teo se va de viaje” no era un libro especialmente triste, ni tampoco los de “Pesadillas” y ya no digamos los de Buscar a Wally…Así que, podría decirse que el libro de Seis historias entorno a Mario fue el primero que me toco la fibra sensible y me redescubrió la lectura, luego vino el Señor de los Anillos (lo sé, ¡¡menudo cambio de registro!!), y con él la avalancha de libros que me leo al mes. Esta claro que yo soy de extremos, paso de un  ¡¡no leo nada, antes me tiro por un puente!!, al ¡¡me lo leo todo y como no tenga para leer, me tiro por un puente!!.

Todavía recuerdo a mi madre libro en mano, persiguiéndome por toda la casa con la coletilla que me repetía mañana, tarde y noche: ¡¡al menos léete una hoja!! ¡¡Que no te vas a quedar ciega ni se te van a caer los anillos!!  Ya podía decir misa, que yo no me acercaba a un libro ni muerta. Reconozco que mi madre estaba desesperada porque leyera, y en las reuniones de padres, descubrí que la desesperación es unánime, los niños/adolescentes no leen, sus madres quieren que lean, les compran libros y al final solo sirven para tirárselos a la cabeza cuando han esquivado la “zapatilla voladora” y la madre sigue en pié de guerra.

Pues bien, los adolescentes no leen y las madres se desesperan, pero ¿QUE LIBROS QUIEREN QUE LEEAN CON AVIDEZ Y EMOCIÓN? Pues el Quijote, La Celestina, La Casa de Bernarda Alba, el Lazarillo de Tormes, El Romancero Gitano….  ¿EN SERIO? ¿De verdad os preguntáis porqué vuestros hijos no dan saltos de alegría cuando les lleváis a casa estos libros?

Deberíamos partir de la premisa de que leer es un placer y leer obligado, pues eso, una obligación, que obviamente no se disfruta igual. Pues bien, teniendo en cuenta eso, si encima les hacemos leer “los clásicos”, que sí, que son clásicos, que sí, que están muy bien escritos, que sí, que es cultura, que sí, que hay que conocerlos, pero a los 16 años (por poner una edad), SON UN AUTENTICO TOSTON.

Yo me tuve que leer en el instituto La Celestina en “español antiguo” y os juro que me entraban ganas de cortarme las venas. Así que, como mi madre siempre ha sido una apasionada de la lectura y una cansina con que leyera, le dije que lo leyéramos juntas, porque si lo seguía leyendo sola iba a necesitar terapia. Pues bien, a los dos días mi madre me dijo: Hija, me han dicho que esta noche echan la película en la televisión, ¿porqué no mejor la vemos y pasamos del libro?. ¡¡En efecto!! mi madre también tenía ganas de cortarse las venas con el libro, y luego nos dieron ganas de cortarnos las venas con la película, que es Española y parece porno (de parece nada, es porno), aunque para hacer el examen nos vino de perlas a toda la clase (no lo leyó ni dios, ¡¡bendita televisión!!)

Ahora sí disfruto de los clásicos, no siento ninguna obligación y soy capaz de entenderlos, El Romancero Gitano, de Lorca, es mi libro de cabecera y hay poemas que me sé enteritos, El lazarillo de Tormes me encantó, La casa de Bernarda Alba tiene muchos matices que ahora soy capaz de entender mejor…. En definitiva, que es una delicia leer lo que tu quieres, cuando quieres y sin que nadie te obligue. Y si os preguntáis si he sido capaz de terminar de leer la Celestina, os diré que no, sigue dándome ganas de tirarme por la ventana y no sé porqué….

Lo que quiero decir con esta divagación es que intentar que los adolescentes lean clásicos, sé que es inevitable, pero por favor, no esperéis que den saltos de alegría ni que disfruten el libro, no os penséis que son tontitos por no disfrutar de esas supuestas obras maestras,  ni os desesperéis, porque a la mayoría de la gente le pasa lo mismo que a vuestros hijos.

La lectura debe disfrutarse, debe ser una vía de escape, una forma de evadirte, de viajar a otros mundos, de ser otras personas, una forma de conocer otras culturas….La lectura ayuda a soñar, pero si obligamos a leer, los sueños se tornan pesadillas, y donde alguien ve una obra de arte, otros vemos un agujero negro al que no queremos acercarnos ni con un palo. Así que, queridas madres desesperadas, tener paciencia con vuestros hijos adolescentes, que espero que algún día den con “ese libro que les abra la puerta a la literatura”,  a mí me llegó y mirar que mi madre os puede decir que yo no me acercaba a un libro ni apunta de pistola.


Muchos besos a todos


9 ♥ ♥ Comentarios ♥ ♥ :

  1. Muy buena reflexión!!!!, Yo leía romántica en la adolescencia jajajajajajaa, leía en las vacaciones!, y cuando me tocaba leer libros del cole, había algunos que eran una mierd*** y otros muy buenos!. Así que mi madre no tenía que perseguirme para que lea jajajajaja, fui una adolescente muy tranquila, no tenía rebeldía!!!! jajajajaja

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  2. Estoy de acuerdo en que algunos clásicos son demasiado para según qué gente, pero es verdad que cuando yo pasé la adolescencia, por ejemplo, la gente era de otra manera. Ahora los veo mucho más inmaduros, más impacientes. Noto la diferencia incluso con mi hermana y su generación, y eso que sólo son 5 años... no sé. Creo que la lectura es un hábito que sobre todo se adquiere en casa. Es muy raro ver a algún adolescente leer. Una pena, no saben lo que se pierden.

    Besos.

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    Respuestas
    1. Hola Azalea,

      Estoy segura de que nuestras adolescencias no tienen NADA que ver con la de ahora, porque yo hay días que hasta me asusto y me digo que no tendré hijos en la vida, proque como me salgan así....Pero bueno, hay de todo y es importante incentivar la lectura con libros que les puedan gustar.

      Un besazo!

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  3. La obra de García Lorca la disfruté en el instituto, pero La Celestina... Madre del amor hermoso, ¡no podía con ella yo tampoco! jaja

    Sobre la lectura y los jóvenes, creo que hay que dejar que lean libros que les atraigan y luego atraerlos con obras más complejas. Yo empecé con Harry Potter a los 11 años, luego vino El Señor de los Anillos y así.

    Ojalá que la gente comprendiese eso de que leer no es una obligación, sino un placer.

    Un saludo y gracias por tu comentario.

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  4. Hola Carlos Javier,

    No sabes lo que me alegra saber que no soy la única que ha tenido problemas con la Celestina. Yo juro que lo he intentado, pero no hay manera….

    Y estoy totalmente de acuerdo contigo, a los jóvenes hay que dejarles leer cosas que les atraigan y luego ya les captaremos con los clásicos, pero hacer que leer sea una obligación hace que pierda su magia.

    Por cierto, me encanta tenerte por aquí y que hayas comentado. Te doy mi más sincera Bienvenida.

    Un besazo 

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  5. Muy buena reflexión...yo empecé a leer gracias a mi madre, pero es que esta lo que me hacía leer(o me recomendaba) eran libros de Agatha Christie, así que eran unas buenas lecturas...y yo de adolescente ya leí(llevo leyendo desde los diez años xDDD)
    muchos besos!

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  6. Yo creo que en mi adolescencia he seguido leyendo igual que ahora, e igual que cuando era niña. La verdad es que nunca me han reñido por no leer, si no por lo contrario. Cogía mi libro y el del colegio lo dejaba apartado, además, de estar hasta las tantas con el libro y la luz encendida y mis padres decirme hasta la saciedad que apagase la luz, pero eso no era impedimento :)

    ¡Un saludo!

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  7. Hola MeriiXún y La Mujer!!! Esta visto que mi madre si os hubiera tenido de hijas a vosotras hubiera sido más feliz, porque yo era un dolor de muelas con la lectura!!jajajaja

    Tendría que haber más niños/adolescentes como vosotras, eso sí, La Mujer, con lo que cuesta ahora la luz aruinariamos a nuestros padres leyendo hasta las tantas, jajajajaja!!!

    Un beso muy grande para las dos y muchisimas gracias por comentar y compartir experiencias conmigo!!

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  8. El hábito de la lectura se debe inculcar desde pequeños empezando en casa, pero a veces no todos los padres tienen esas inquietudes y no las comparten con sus hijos, por lo que muchos niños el primer contacto con los libros de entretenimiento es en el colegio. Y ahí aparece el prime escollo que muchos no superan, los planes de lectura de los colegios deben cambiar, y con planes me refiero a los libros que proponen. Los clásicos están muy bien, pero se necesita cierta madurez para leer la mayoría. Recuerdo que con ocho años me obligaron a leer El Camino de Delibes, y Marianela de Galdós, casi me cuesta un trauma. Por eso, hoy, cuando veo que los libros que recomiendan en algunos institutos son de autores como Jordi Sierra i Fabra o Carlos Ruiz Zafón, veo que no todo está perdido y que, quizá, vamos en la dirección correcta.

    Un beso!!

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No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que decir y decirlo.
(Oscar Wilde)

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